viernes, 4 de noviembre de 2011

APUNTES: EU Y LA INFILTRACIÓN DELICTIVA EN MÉXICO

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Los Dodos hemos señalado reiteradamente la incapacidad crónica del gobierno mexicano para realizar un efectivo desmantelamiento del crimen organizado. En una postura de franca irresponsabilidad, los "halcones" gubernamentales comenzaron un conflicto difícil de terminar en un sexenio, en especial por la probada ineficacia de las estructuras y las estrategias de seguridad correspondiente.

Recientemente, el diario estadounidense The New York Times presentó una trabajo informativo centrado a mostrar los Estados Unidos tiene una red de informantes en algunos de los cárteles de la droga más poderosos de México, cuya labor ha ayudado a las autoridades mexicanas a matar o capturar a docenas de narcotraficantes de alto rango, poniendo en entredicho indirectamente la supuesta infalibilidad de las fuerzas armadas públicas.

El periódico aseguró que funcionarios en ambos lados de la frontera confirmaron que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) ha desarrollado una red de informantes que incluye a funcionarios mexicanos así como a integrantes de las fuerzas de seguridad y de los cárteles.

Por supuesto, México normalmente no está al tanto de los informantes y los datos que proveen por el temor de Estados Unidos a la corrupción de la policía y porque las leyes mexicanas prohíben a fuerzas de seguridad extranjeras hacer este tipo de labor en el país, detalla el diario.

Estados Unidos obtuvo datos sobre los involucrados en la muerte del agente Jaime Zapata gracias a los informantes, según confirmaron oficiales estadounidenses a The New York Times. Zapata laboraba para la Oficina de Inmigración y Aduanas estadounidense y murió tras ser atacado a balazos por miembros de Los Zetas cuando viajaba por el estado de San Luis Potosí el 15 de febrero pasado, según la versión de las autoridades mexicanas.

La DEA también logró desarrollar fuentes confidenciales con acceso a líderes del cártel del Golfo y Los Zetas durante los dos últimos años, reporta The New York Times.

Uno de esos informantes es el que según las autoridades estadounidenses fue contactado por un iraní, Mansour J. Arbabsiar, quien planeaba asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos con la ayuda del grupo criminal Los Zetas.

Otro supuesto contacto sería Jesús Vicente Zambada Niebla Vicentillo, operador del cártel de Sinaloa. Sus abogados sostienen que era informante de la DEA, la cual le ofreció inmunidad a cambio de que cooperara. La DEA niega esta versión.

Luego de que el Departamento de Justicia exigió a la DEA dar a conocer la información se supo que el vínculo entre la agencia y Vicentillo era Humberto Loya-Castro, quien fungía tanto como informante del líder del cartel, Joaquín El Chapo Guzman, como de la DEA.

En 2009 agentes de la DEA y Zambada acordaron reunirse en persona para discutir algún tipo de acuerdo de cooperación, pero finalmente la reunión fue cancelada por los estadounidenses, según el diario. Zambada sí acudió a la cita y horas después fue detenido por la policía mexicana y extraditado a Estados Unidos en febrero del 2010.

Algunos de los informantes que están dentro de los cárteles son delincuentes que aceptan ofrecer información a cambio de algún tipo de inmunidad o reducción de penas, según el reporte de The New York Times.

La nota pone el dedo en una realidad que, esperemos, el gobierno mexicano haya contemplado: esta guerra no es una guerra de bandos, sino de negocios y en el fuego cruzado todo se vale, aun vender información privilegiada a un gobierno extranjero que puede usarla a su antojo y cuando le convenga.

Es una pena que la dependencia económica asimétrica de México y Estados Unidos, ahora también sea judicial precisamente en un rubro donde colas muy poderosas de las elites mexicanas están atrapadas.

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