jueves, 15 de septiembre de 2011

DESDE EL PANTANO: EL AS DE PEÑA NIETO

POR.- EL OGRO

La lectura del VI Informe de Gobierno del Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para muchos el único candidato priísta posible para la Presidencia de la República en 2012, ocurrió sin mayores percances.

Libre de golpes bajos, sospechas y fuegos amigos, Peña Nieto puede presumir que es un a figura sin tacha para ocuparse del destino nacional, a diferencia de los otros posibles contendientes, pecadores mayores que la grilla interno no perdona.

Fijado en una imagen mediática, glamorosa y hueca, los adversarios de Enrique atacaron la obviedad y no la esencia. Acusaron de inexperiencia política, soberbia barata y heroísmo de telenovela a quien se podía atacar con mayor sustancia. Lejos de identificar la problemática permanente del Estado de México (crimen organizado, miseria, corrupción y otras lacas burocráticas) los dardos enfatizaron el pegue del Gobernador con la gente bonita y no las cuentas, por ejemplo, de las inundaciones permanentes en la periferia de la entidad. Pareciera que la envidia pudiera acortar distancias.

En la frivolidad, Peña Nieto doble la reticencia de propios y extraños. La necesidad de un aspirante de pedigrí y carisma, dobló las conjeturas y aquí y ahora, Enrique es el líder natural del Partido Revolucionario Institucional y, dueño de cartas fundamentales para reinstalar en Los Pinos al viejo régimen.

Distanciándonos de la preferencia partidista, Peña Nieto ha sido congruente en la táctica de ganar sin hacer nada. Cubierto en una especia de burbuja de cristal, el “vip” ha dejado que la oposición queme las naves. Difícilmente encontramos un logro general que no sea su propio beneficio. Resolvió los dilemas del gobierno (la sucesión de gobernador, la inseguridad y el fracaso de políticas sociales) confiando en los reflectores y la atención que genera hacia la persona, y no a la gente.

Al dejar el cargo, Enrique Peña Nieto hereda una problemática que otro habrá de resolver, si alcanza. No es prioritario, pues, debido a la escasez de materia gris en el resto de los “suspirantes” los propagandistas le juegan al “look”, al “charm” y a la imposición de la moda “¡Salvemos a México del desastre!”.

En esa inercia de grilla reluciente, las propuestas y las medidas de fondo valen madre. El punto es meterse en la sinrazón del elector, torcerle las neuronas y empujarlo o al abstencionismo (que jamás se pela) o al voto numérico (que el efectivo ya se dio en otra parte) para honrar la unción del nuevo Tlatoani.

Experto en el manejo de masas, el equipo de “Henry” no suda; no está obligado a meter en el ánimo del populacho a ningún delfín, básicamente sólo debe de respetar el guión a la letra. Nada de improvisación o acciones definidas, que la fantasía complete la secuencia.

Enrique Peña Nieto es un rostro, una mercancía, una marca. El “chicharito” de la polaca tricolor y se deja querer.

En realidad falta mucho tiempo grillo para el 2012. Sin embargo, seis años de calma y continuidad sostienen el liderazgo del campeón mexiquense. ES conciente que el PRI no se debatirá en la división de clásica de la izquierda emplumada o en el lío pueblerino del conservadurismo panista.

Guste o no, Enrique Peña Nieto se va al camino dorado sin despeinarse, confiando en que el “quietismo” comprobado lo traslade a las puertas de la gloria. Su asunto no es construir, sino ganar sobre los esfuerzos de los contrarios.

Que no quepa duda, el señor conoce su juego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno, da gusto que los dodos sigan activos y observadores como siempre. Pero no es ningún AS el que tiene Peña Miento, el ya tiene el juego completo, la pregunta es ¿ A dónde vamos a parar el resto de los mexicanos ?