jueves, 4 de agosto de 2011

DIVERSIDAD SEXUAL: LA TRANSA Y EL SIDA

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Desgraciadamente en la mentalidad de nuestra gente subyace cierta tendencia a sacar partido de la desgracia ajena y, en consecuencia, a poner en entre dicho la actividad altruista que se realiza para auxiliar a los semejantes en casos extremos.

Es una pena, y una vergüenza de comprobarse la ofensa, que José Antonio Izazola, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (CENSIDA) haya denunciado que desde 2006 y hasta 2008 por lo menos 50 por ciento de las organizaciones no gubernamentales (ONGS) pretendieron comprobar recursos federales asignados —que ascienden a 15 millones de pesos por año— con facturas falsas, y en algunos casos llegaron al extremo de incluir en sus justificaciones altos salarios autoasignados, pago de rentas y teléfonos, compra de lentejuelas, canutillo y popotillos para vestidos, y gastos relacionados con su estilo de vida.

“El problema que había es que excedía el rubro de salarios; por ejemplo, el director se asignaba por cantidad, entonces cuando querían comprobar, casi la totalidad del proyecto era en salarios del personal de su ONG o en pago de renta, teléfono, y tenemos el extremo de que había algunas organizaciones que comprobaban con compras de lentejuela, popotillo y canutillo, adornos que se utilizan para hacer ciertos vestidos”, acotó.

Por lo mismo, dijo Izazola, solicitó una auditoría técnica, financiera, contractual y de impacto del Órgano Interno de la Secretaría de Salud, que abarcará de 2006 a 2011, misma que se dará a conocer a finales del año en curso, como parte de una política de trasparentar el uso de recursos públicos. Sólo en 2008 se entregaron 30 millones de pesos, de estos la mitad tiene irregularidades, y a pesar de que se exigió que devolvieran el dinero otorgado, CENSIDA sólo ha recuperado 120 mil pesos.

“No vamos a ceder ni un milímetro atrás en la comprobación correcta y transparente, en rendición de cuentas y su impacto, y el compromiso es que no continuaremos suministrando el pago de renta, vestimenta, salarios o modus vivendi. Vamos a financiar la entrega de servicios preventivos en benéfico de la población y no el bienestar personal”, declaró Izazola en el Congreso Nacional sobre VIH/Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual.

El funcionario federal, que entró a CENSIDA en febrero de 2009 para sustituir en el cargo a Jorge Saavedra, comentó que cuando solicitó a las ONG beneficiarias de los proyectos la comprobación de recursos de por lo menos 121 proyectos, cayeron en varias irregularidades y, por lo mismo, se les exigió la devolución inmediata de los apoyos.

“Se aplican diferentes sanciones dependiendo el tipo de falta: si es menor se le da un apercibimiento y si se vuelve a repetir tendrá una sanción mayor. Por otro lado, si metió una factura apócrifa no solamente no la aceptamos, de inmediato se le deja de dar el resto del dinero, y si se repite esa acción, es decir, si hay dos facturas o más apócrifas, no concursa por lo menos un año; por último, si es un comportamiento esquemático la eliminamos cinco años de poder concursar con nosotros”, aclaró.

De acuerdo con el titular de CENSIDA, el padrón de ONG que se inscriben en los proyectos no disminuyó, por el contrario, aumentó con los requisitos impuestos que van desde tener la Clave Única de la Secretaría de Desarrollo Social (CLUNI) y requisitos de transparencia, como comprobar cada peso asignado a proyectos específicos porque, reiteró, se utilizaban con otros fines distintos a lo relacionado con los proyectos para luchar contra el VIH.

“Antes se financiaba a menos ONG, fundamentalmente centralizadas en el DF, y a partir de que hicimos las convocatorias más abiertas y transparentes, y de que levantamos un censo nacional, se incrementó, tenemos casi 320 ONG”, además “se aumentó de 30 millones a 43 millones los recursos destinados a proyectos”, abundó Izazola.

No obstante, en 2009 hubo una restricción y explicitación de las características para que las organizaciones civiles puedan ser financiadas con recursos federales, “y por supuesto se enojaban”, explicó. Entre las ONG que cayeron en irregularidad se encuentran justamente las que en esta ocasión no asistieron al congreso.

CENSIDA anunció que tendrá reuniones con diferentes comisiones de la Cámara de Diputados para que durante la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 se incremente hasta tres veces el monto de recursos destinado a la prevención y así se equipare al que se designa al tratamiento de la enfermedad, lo que significa pasar de mil 505 millones a alrededor de 4 mil 85 millones de pesos.

La propuesta de CENSIDA se debe a que el sistema de financiamiento será insostenible ante el hecho de que de los 225 mil mexicanos que viven con VIH, sólo 67 mil reciben antirretrovirales, y si aumentan no habrá manera de continuar con la cobertura universal.

José Antonio Izazola, director de la instancia federal, precisó que después de la glosa del Informe presidencial buscarán establecer mesas de trabajo específicas para que se aumente recursos para atacar el contagio vertical, es decir, embarazadas a hijos, mayor distribución de condones entre hombres que tienen sexo con hombres, atención integral de calidad, atención de violaciones en servicios legales y se buscará a través de la Secretaría de Educación Pública que se hagan campañas de prevención sexual en materia de contagios.

Sin embargo, en tanta las posturas ideológicas ultra conservadoras tengan una capacidad inobjetable de presión, difícilmente la percepción y la comprensión de la sexualidad alcanzará la objetividad indispensable para generar propuestas de bienestar colectivo aceptables.

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