miércoles, 20 de julio de 2011

EDITORIAL: MARIEL SOLÍS Y LOS POCA MADRE

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

No conozco a la protagonista de este célebre drama judicial capitalino. Tampoco metería las manos a favor o en contra de su persona. Trato de mantener la distancia y ponerme en perspectiva.

Desgraciadamente para los mexicanos es una verdad incuestionable que la justicia aquí es un albur. Lo recomendable es permanecer muy lejos de esperar su revelación.

Que conste, no se trata de tirria, sino de puritito sentido común. Las instancias legales y judiciales en esta parte del mundo apestan y se alinean al mejor postor.

Por ende, la culpabilidad es el punto de partida para cualquier sujeto a investigación. De comprobarse la inocencia, basta con la disculpa. Si no es así, qué bueno que se sabía de antemano.

El catorce de julio de 2011, autoridades del Distrito Federal desistieron de las acusaciones contra Mariel Solís Martínez, la estudiante universitaria que fue detenida el pasado fin de semana por su supuesta intervención en el robo y homicidio del catedrático de la UNAM Salvador Rodríguez y Rodríguez, ocurrido en agosto del 2009.

El Ministerio Público decidió no ejercer mayor acción penal luego de que el tema se posicionara, desde los primeros días de la detención, entre los más populares de redes sociales como Twitter y Facebook, sobre todo tras difundirse por esos medios un comunicado firmado por 'profesores, familiares y amigos' de la estudiante, quienes revelaron irregularidades en el procedimiento de la aprehensión.

Mariel Solís fue involucrada en los hechos criminales por una declaración de Eduardo López Herrera apodado 'El Guero', homicida material del catedrático, y que ya ha sido sentenciado a 113 años de prisión por este caso.

Este sujeto señaló hasta en cinco declaraciones distintas que la joven detenida había sido participe en el intento de robo al catedrático, al haberles proporcionado información del retiro que hizo en una sucursal bancaria.

'El Güero' identificó plenamente en tres ocasiones: el 25 de junio del 2010 a través del video de la sucursal bancaria; el 2 de junio del 2011 a través de la licencia de conducir de Mariel; y el 8 de julio del 2011 en una fotografía luego de ser capturada el pasado 9 de julio.

Miguel Ángel Mancera, titular de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, había reconocido previamente la posibilidad de que los indicios de las autoridades no fueran suficientes para sostener los cargos en contra de Mariel Solís.

Considerando que en otros casos, la reacción de la justicia es diferente, llama la atención que los “justicieros” hayan reculado, después de exhibir en cadena nacional y en horario estelar, la presunta responsabilidad de la mujer y se justifiquen con el habitual “disculpe las molestias”.

Mancera Espinosa, confirmó que se han retirado todos los cargos que se imputaban a la joven, tras considerarse que no había elemento probatorio suficiente para sostener la consignación.

Sin embargo, en el momento ¿oportuno? bastaron esas “nimiedades” para montar un espectáculo de cumplimiento jurídico, que se fue de las manos.
Queda un eslabón abierto: la identidad real de la mujer que, en apariencia, actuó detrás de los asaltantes y asesinos.

Queda, pues, en entredicho el equilibrio legal que merecemos los habitantes de esta Nación.

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