jueves, 24 de marzo de 2011

ASUNTOS EXTRANJEROS: JAPÓN EN PRIMAVERA

POR.- LA REDACCIÓN DODO

En un despacho de prensa emitido por la Prensa Asociada, el fin de semana pasado, se expuso lo siguiente:

“Está claro que demasiada radiación eleva los riesgos de desarrollar algún tipo de cáncer algunos años después, según los científicos, y que las personas jóvenes son las más vulnerables. Lo que no está tan claro es cuánta radiación y cuánto tiempo de exposición es riesgosa.

Estos son algunos de los puntos que los científicos están estudiando, en medio de la crisis n la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi, en Japón.

El Ministerio de Ciencias de Japón informó que los niveles de radiación a unos 31 kilómetros al noroeste de la planta nuclear llegaron a elevarse ayer a 0.15 milisierverts por hora, aproximadamente la misma dosis que recibe una persona cuando se le toma una radiografía de tórax. Sin embargo, los niveles han fluctuado y la radiación, en la mayoría de las áreas a esa misma distancia de la planta, han sido muy inferiores a esa cifra.

A largo plazo, es un hecho que la radiación puede provocar cáncer. Sin embargo, los investigadores no tienen la capacidad dea contar los casos de cáncer tras el desastre y declarar a la radiación como la responsable. Las cifras que se tenían antes y después de la crisis deben ser comparadas para descubrir si ocurrieron más casos de los esperados.

Esa es la razón por la cual, a 25 años del accidente nuclear en Chernobil, aún existen controversias sobre sus efectos más allá de los seis mil casos indiscutidos de cáncer de tiroides. De esos casos, sólo 15 habían resultado fatales hasta el año 2005, pese a que el gobierno soviético se tardó en atender a las víctimas de la catástrofe.

Los registros necesarios para la detección de tendencias en otros tipos de cáncer como resultado del accidente en Chernobil son escasos, afirmó el doctor Fred Mettler, científico de la Universidad de Nuevo México que empleó a un equipo patrocinado por Naciones Unidas (ONU) para investigar los efectos que tuvo en la salud la explosión del reactor nuclear de Chernobil.

La Oficina de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos dice que ninguna cantidad de radiación es totalmente segura por encima de la cifra de tres a seis milisieverts por año, que la mayoría de las personas reciben al llevar una vida normal. En cambio, la Comisión Regulatoria Nuclear afirma que las dosis bajas de radiación —inferiores a los 100 milisieverts a lo largo de varios años— no son dañinas.

Las dosis altas —superiores a los 500 milisieverts— pueden incrementar el riesgo de leucemia o cáncer de mama, vejiga, colon, hígado, pulmón, esófago, estómago o en la sangre, según científicos gubernamentales”.

En síntesis, hay conocimientos, pero no un estándar universal.

No obstante, el Ministerio de Sanidad japonés decretó el sábado 19 de marzo de 2011, el cese de la venta de alimentos procedentes de la prefectura de Fukushima, donde se encuentran las centrales nucleares afectadas tras el terremoto y tsunami del viernes 11 de marzo, al tiempo que se detectó radiactividad en el agua potable en la capital, Tokio.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), con sede en Viena, informó de la medida del gobierno japonés tras detectarse valores de radiactividad elevados en alimentos como la leche y las espinacas producidas cerca de la central. También en la prefectura de Ibaraki, más al sur, la producción de espinacas se vio afectada.

La contaminación, sin embargo, parece haber llegado más allá, tras hallarse restos de yodo radiactivo en el agua potable en Tokio, según informó la agencia de noticias Kyodo, que citó al gobierno japonés. En la provincia de Gunma se hallaron “muy pequeñas cantidades de material radiactivo” en el agua potable, informó la agencia de noticias Jiji. La prefectura hace frontera con la provincia de Fukushima. En otras localidades: Tochigi, Saitama, Chiba y Niigata, también se han detectado partículas de yodo radiactivo en el agua corriente, dijeron medios.

Hasta el momento no está claro si la radiación procede de la central de Fukushima, donde el nivel de gravedad del accidente nuclear se elevó de cuatro a cinco el viernes, o de hospitales y laboratorios. Lo que sí aclaró el gobierno provincial de Gunma es que la radiación en el agua está por debajo de los valores límite permitidos, por lo que beberla no es riesgoso. La compañía responsable de la central de Fukushima, Tokyo Electric Power (Tepco), pidió disculpas a la población por los restos de radiación y se mostró dispuesta a asumir la responsabilidad.

Sobre las radiaciones en Tokio, la propia AIEA dijo que, pese a mostrar un ligero aumento, están “bien por debajo del límite”, por lo que no son perjudiciales para la salud. El portavoz de la AIEA Graham Andrew dijo en rueda de prensa que las mediciones que hizo en la capital japonesa el equipo del organismo no revelaron presencia de los isótopos radiactivos de yodo (yodo-131) ni cesio (cesio-137) y que en la planta nuclear de Fukushima la radiación se mantiene alta, sin grandes variaciones.

La autoridad nuclear japonesa instó a quedarse en casa el domingo y lunes, debido a que se esperaba una lluvia radiactiva, aunque aclaró que no representaba peligro para la salud. En caso de tener que salir, se recomendó a la población cubrir cabello y piel.

Operarios y fuerzas de seguridad japonesas luchan desde hace días para evitar una catástrofe nuclear en la planta Fukushima Daiichi, gravemente dañada tras el terremoto y posterior tsunami que hace una semana azotó Japón. Según el jefe del gabinete japonés, Yukio Edano, la situación parece haberse estabilizado en el reactor 3 de la central, que contiene plutonio. Se espera que, tras haber reconectado los reactores a la red eléctrica, hoy llegue la electricidad a los reactores 1 y 2. Tepco advirtió que llevará tiempo poner en funcionamiento los sistemas de refrigeración, porque hay que hacer pruebas.

La emergencia en el archipiélago no ha cesado. Nueve días después del terremoto de 9 grados en la costa nordeste de Japón, que causó el peor desastre natural tras la II Guerra Mundial, dos personas fueron encontradas con vida el domingo 20 de marzo entre los escombros en la provincia de Miyagi, aunque las esperanzas de localizar más supervivientes disminuyen con el paso de las horas.

La policía japonesa dio un estimado de 8 mil 450 personas muertas mientras otras 12 mil 931 se encuentran desaparecidas.

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