miércoles, 23 de febrero de 2011

ASUNTOS EXTRANJEROS: FUCK THEM

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Hillary Clinton y Janet Napolitano lo advirtieron. La guerra del gobierno mexicano contra la delincuencia organizada no debe de pasar la frontera y, menos, afrentar la vida de funcionarios y ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, los regaños no fueron suficientes.

Después que el cártel de Los Zetas asesinara a Jaime Zapata e hiriera a Víctor Ávila, agentes antidrogas de Estados Unidos en una carretera de San Luis Potosí, el Presidente del Comité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, aseguró tener información que no deja duda al respecto. El agente Zapata habría sido asesinado por integrantes de Los Zetas en una emboscada que se produjo tras una persecución y a pesar de que los dos atacados se habían identificado como diplomáticos. Se recuperaron 90 casquillos del lugar.

Por su parte, la Secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, que el gobierno de Estados Unidos está “triste e indignado”, y aseguró que los responsables de este acto “enfrentarán la justicia”.

Napolitano se presentó ante el Comité de Seguridad Interna y Asuntos gubernamentales del Senado, donde los integrantes de este órgano de supervisión rindieron un homenaje al agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (IC, en inglés).

El asesinato del agente de ICE fue aprovechado por el senador republicano por Arizona John McCain, para advertir contra el riesgo de que la violencia que castiga a México “desborde nuestra frontera”.

“Si la actual situación continúa así en México, esa violencia se desbordará hacia nuestro territorio”, advirtió al evocar los más de 30 mil muertos que ha producido la guerra contra el narco.

El gobierno de EU proseguirá con sus planes para reforzar la seguridad fronteriza con “un mayor número de botas en el terreno”, con más tecnología e infraestructura, según la óptica de la funcionaria Napolitano.

El presidente del comité de Seguridad Interna, Joe Lieberman, en un encuentro con medios, calificó el hecho de que los agresores hubieran atacado a dos oficiales del gobierno de Estados Unidos, “como un acto de guerra”.

El cuerpo de Zapata fue trasladado el miércoles desde México y sus restos entregados a la familia en la ciudad de Brownsville. A su vez, Víctor Ávila, que sobrevivió al ataque, fue dado de alta en Houston y se le autorizó su traslado a Brownsville.

La embajada de Estados Unidos en México reveló que los dos agentes especiales atacados viajaron a San Luis Potosí para sostener una reunión con otros funcionarios estadounidenses en esa entidad, y regresaban al Distrito Federal cuando se perpetró la agresión.

Se indicó que “las reuniones entre personal estadounidense de procuración de justicia que trabaja en México son un elemento común de la cooperación bilateral México-Estados Unidos auspiciada por los acuerdos existentes”.

“Ellos coordinan investigaciones contra organizaciones criminales transnacionales, y fungen como vínculo entre la Agencia y los gobiernos”.

Repitiendo un esquema de terror ampliado, el narcotráfico aplica otra vez el recurso del caos diplomático a fin de obligar a las partes involucradas a recular en el ataque frontal que han declarado.

Es un hecho que los victimarios del agente Zapata terminaran por ser entregados a los Estados Unidos, no por un sentido práctico de justicia, sino por la determinación tajante del imperio a no permitirle a nadie burlarse en su cara y organizarle un rosario de mártires colaterales.

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