sábado, 16 de octubre de 2010

A TÍTULO PERSONAL: MI SANGRE, MI GENTE

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Marcia y yo estamos sorprendidos de la cantidad de mensajes de solidaridad y apoyo recibidos en unas horas a través de las redes sociales. No pensamos que tantas personas fueran a reaccionar a un desahogo personal, nacido del dolor, la impotencia y la barbarie.

Marcia gradualmente se recupera y no hay mayores desgracias que lamentar. En cuanto a mí, hice lo que muchas veces les he dicho: no doblarse, no rendirse y seguir hasta donde sea necesario.

Sabemos que el proceso de curación física y mental tardará algún tiempo. Las cosas deben de tomar su dimensión.

Por el número de notas sería muy tardado responderle a cada uno de ustedes que tomaron nuestra situación como algo personal. En consecuencia, estas líneas van desde el fondo de mi alma para las mentes de mi “sangre” y de mi “gente”.

Dar a conocer nuestra agresión respondió a decirle la verdad, como se merecen, de cuanto nos sucede, o al menos, lo entiendo así como periodista y docente. No para hacernos las víctimas sino para llamar la atención y ponerle nombre y apellido a estas chingaderas que suceden a diario a todo lo ancho y largo del territorio. Ojalá y lo sucedido, como lo han manifestado algunas voces, sirva para generar una reacción colectiva que evite el resquebrajamiento del país.

Pagamos un precio duro para tener la autoridad de expresar esto y lo hemos hecho.

Lo hermoso de las Redes Sociales, apunta Marcia, es que sirven para cacharte cuando te caes.

En las horas en que Marcia no pudo acompañarme en mi existencial, USTEDES fueron las manos que me guiaron por ese camino tenebroso. Y eso no hay manera de devolverlo con algo, que no sea mi palabra, aunque siempre la han tenido, de estar mientras vivo para respaldarlos en cuanto necesiten.

La comuna del pantano no es invento, es una realidad y fue su voluntad que me ha sacado adelante. No importa cuan lejos nos encontremos, sabemos que somos uno y que respondemos en bloque.

Los hombres y las mujeres que, en vivo, me llenaron de abrazos, apapachos y lágrimas, que las hubo, reciban, al igual que los cibernautas, un trozo de mi corazón.

Durante el asalto, en varias ocasiones, los agresores le recriminaron a Marcia su educación y su inteligencia, como si fueran graves pecados. A la distancia ese detalle refuerza mi creencia que el conocimiento y las habilidades intelectuales aterrorizan a los cobardes dueños de la fuerza bruta.

Somos una comunidad de gente honesta, trabajadora, buena y que sea siempre así.

Nos pegaron sí. Estuvieron a punto de terminarnos, también. No obstante, por alguna razón que algunos me han explicado pasando por toda la corte metafísico, aquí seguimos, empeñados en no facilitar que se hayan llevado, además nuestro espíritu.

Reciban de parte de Marcia besos y abrazos, y de mí, abrazos y palmadotas en la espalda por estar aquí.

Y agradecemos a quienes ustedes y sus creencias les indiquen, esta oportunidad de seguir VIVOS perteneciendo a la comuna del pantano, único espacio políticamente incorrecto de estos lares.

SOMOS Y NO PERMITAMOS QUE ESO SE ROMPA.

2 comentarios:

Arlettika Morol dijo...

De menos podian funcionar todos los medios existentes de comunicación y como bien dices en tu texto que con tan solo ver las notas rojas y toda la delicuencia que existe en nuestro pais que ademas es descepcionante saber que hay una nota diaria diferente acerca de la delicuencia y asesinatos. Asi como tu me apoyaste Gómez en el momento cuando llegue a la escuela y contarles que me habian asaltado tu fuiste una de las personas que me brindo su apoyo y te lo agradesco mucho y aun si no les hubiera ocurrido esa desgracia a ustedes de todos modos saben que tienen mucha gente en la que se pueden apoyar y en en estas personas me incluyo.
Se te estima mucho Gómez y gracias por estar siempre con tu sentido firme y de buen humor.
Atte Arlettika Morol

Unknown dijo...

La fuerza del corazón y del espíritu jamás podrán tocarla. Un abrazo lleno de luz para los 2 y gracias por compartir. Alejandra