lunes, 13 de septiembre de 2010

SINSEN: FARSA

POR.- ROLANDO GARRIDO ROMO

Por un lado, Calderón se regodea diciendo que no habrá alza a los impuestos, mientras que los priístas se ufanan que bajarán el IVA de 16 al 15%.

Farsantes, eso es lo que son. Sólo hay que ver lo que se tiene que contratar de deuda durante el 2011 (355 mil millones de pesos), únicamente para pagar los intereses de la deuda presente.

Deuda para pagar deuda. ¿De dónde creen que va a salir el dinero para pagar una y otra? Pues del aumento a las gasolinas, que seguirá por todo el 2011 (ése es el regalo del presidenciable Cordero, que quiere quedar bien con sus amos de Washington y de Wall Street); de nuevos empréstitos (como los 1000 millones de dólares que le otorgó el BID a México, “por su buen desempeño”; contratado a tasa variable, lo que quiere decir que si se disparan las tasas, se va a ir al cielo el servicio de ese préstamo), y de alzas en electricidad, carreteras de cuota, y todos los servicios que deficientemente provee el gobierno.

Lo del IVA a alimentos y medicinas no está olvidado, cuando no les alcance para sus sueldos de escándalo y para apoyar a sus candidatos en elecciones locales, lo revivirán.

Eso sí, los otros farsantes de la izquierda (PRD, PT y Convergencia) presumieron que con las nuevas reformas a la Constitución, ya ningún funcionario a nivel federal, estatal o local ganará más que el presidente de la República (146,830 pesos mensuales), a excepción de los ministros de la Suprema Corte, a quienes se les exhorta a disminuir sus salarios “voluntariamente”.

Lo que debería hacerse es reducir a la mitad los salarios de todos estos ineptos y corruptos, y no dejarles sus sueldos tal y como están. ¿Qué calificación se puede dar a los funcionarios y políticos electos, si en el país hay más desempleo, más inseguridad; México cayó 6 lugares en competitividad en los últimos años, según el Foro Económico Mundial; la economía informal ya representa al 35% del total y la pobreza extrema afecta a 40 millones de mexicanos?

Los números hablan, el país es un desastre, y no hay sanción alguna para los que lo dirigen. En cambio los gobernantes se pagan a sí mismos sueldos estratosféricos; y para colmo, todos los funcionarios de Director General para arriba reciben bonos y premios “por productividad”, de cientos de miles de pesos al final de cada año.

Pero eso sí, el que quiere ser candidato presidencial de nombre Ernesto Cordero, señala que sería irresponsable bajar impuestos (¡ah! pero que no le toquen su sueldo, sus bonos, ni sus privilegios de alto funcionario).

Claro que cuando habla de no bajar impuestos, no se refiere a las grandes empresas, a las que se les perdonan sus obligaciones fiscales, se les difiere el pago de ellas durante años, y todavía les hacen devoluciones multimillonarias.

Sólo en el 2008 (Calderón dixit, por lo que fue regañado por sus verdaderos patrones, y se tuvo que retractar) nueve grandes empresas del sector privado (Cemex, América Móvil, Femsa, Wal-Mart, Bimbo, Grupo Alfa, Grupo México, Bachoco y Telmex) registraron ventas por un billón (o sea un millón de millones) 327 mil millones de pesos, por los que en teoría hubieran tenido que pagar un impuesto sobre la renta, de alrededor de 358,290 millones de pesos.

Pero en la realidad sólo pagaron el 1.7%, o sea 23,408 millones de pesos. ¿Qué tal? A los multimillonarios se les perdona todo, en cambio a las clases medias y populares, todo el peso del fisco. ¡Bien por la igualdad, la equidad y la justicia!. No cabe duda que en este país sí entendemos esos conceptos. ¿O no señor (casi presidente) Cordero?

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