domingo, 12 de septiembre de 2010

ACLARACIÓN: EL DIARIO OFICIAL

A Los Dodos nos gusta la fiesta y el despiporre. Somos festivos por naturaleza. Sin embargo, a unas horas de comenzar oficialmente la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México, nos es obligado marcar una distancia con respecto al festejo.

Los Dodos celebraremos por todo lo alto al pueblo, no a esa mentira que las instituciones usurpadas por grillos, definen como “México”.

A ese “México”, Los Dodos lo desconocen. Nuestra especie en extinción sólo reconoce a los mexicanos reales, a los que, desde lo más recóndito del espectro social hasta la cumbre brillante, con su trabajo diario han evitado que el país se pierda gracias a la ambición, la rapiña y otras calamidades, propiciados por los verdaderos traidores a la Patria.

Honramos a las generaciones de mexicanos cuyo esfuerzo nos ha permitido estar aquí como una colectividad doscientos años después. Por ellos, que son nuestra sangre y nuestra memoria, celebramos el Bicentenario; nunca por el interminable cauce de animales carroñeros que dicen representarnos.

El hogar está en el corazón, en el alma. A ese hogar que llamamos México, nuestro México, a ese, firmes, con la mano en el pecho, juramos una lealtad a muerte. Al otro, al fraudulento honestamente se lo puedo cargar la Chingada.

Diario Oficial

Por decreto oficial. El pueblo no existe.
El pueblo es útil para hablar en banquetes:
“Brindo por el pueblo de México”
“Brindo por el pueblo de Estados Unidos”.

También sirve el pueblo para otros menesteres literarios:
escribir el cuento de la democracia,
publicar la revista de la revolución,
hacer la crónica de los grandes ideales.

El pueblo es una entidad pluscuamperfecta
generosamente abstracta e infinita.
Sirve también para que jóvenes idiotas
aumenten el área de los panteones
o embaracen las cárceles
o aprendan a ser ricos.

Lo mejor de todo lo ha dicho un señor Ministro:
“Con el pueblo me limpio el culo”.
He aquí lo máximo que puede llegar a ser el pueblo
un rollo de papel higiénico
para escribir la historia contemporánea con las uñas.

Jaime Sabines, marzo de 1970.



Tomado de: Jaime Sabines. Nuevo Recuento de Poemas. Joaquín Mortiz. México. l994.

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