miércoles, 26 de mayo de 2010

MALA LECHE: AHORA SÍ SON JUARISTAS

POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO

Desde la cripta donde se encuentra momificada, la esfinge, Carlos Fuentes, sentenció el viernes pasado “Cuando en el año 2000 [el PAN] llegó al poder, lo hizo sin esa base popular que tenía el PRI, que nos guste o no tenía una base campesina, obrera, clase media, intelectuales, profesionistas, una burocracia muy armada y todo un aparato de gobierno muy extenso; mientras, el PAN llegó descalzo a la Presidencia”

En corto uno de tantos suspirantes a la Presidencia en 2012, Santiago Creel, quiso aplicar un sopla mocos al oráculo, calificándolo de sólo versado en literatura. No porque Fuentes sea el faro de los mexicanos o entidad parecida, pero tiene mayor solvencia real en lo que dice, que el canturreo de Santiago que ni de literatura ni de política pasa las primeras.

Aunque la verdad duela, Carlos, el afamado, tiene razón: el Sistema Político Mexicano fue construido por un Estado y un Partido, no por los curas, los mochos y los neopanistas. Si vamos a resultados, lo que llevó al tricolor construir en todo el siglo XX, en menos de diez años, Acción Nacional lo ha destrozado e insiste en suicidar al país con él.

Un solo dato: los tres partidos políticos dirigentes de México: PRI, PAN y PRD tuvieron que modificar estrategias de candidatos debido a la inseguridad desatada por el presidente chiquito, al punto que, aunque usted no lo crea, los grillos son reacios a aceptar una candidatura que les vaya a costar la vida. Simultáneamente, el crimen organizado no se cansa de echar mano a los fierros, llenado el paisaje de muertos y heridos en una plena democracia de aniquilamiento voraz.

Es claro que el status quo se está desmoronando y que se desconoce la fisonomía del ente que está naciendo, sin embargo, el horror descansa en la base de millones de jóvenes, cuya apuesta por la paz de la pobreza o la guerra de la riqueza será esencial en los próximos años.

Cuando le conviene a la Iglesia Católica Mexicana hacerla de tos, se avienta unos estruendos de padre y Jesús mío. Les contamos que los curas están en contra del censo de población de 2010 por considerarlo tramposo y diseñado, válgame el Señor, para disminuir estadísticamente la presencia de los fieles, y cual herederos de Juárez, ahora sí desean que los laicistas y los creyentes no crucen las diferencias.

Alberto Pacheco Escobedo, vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México, en una charla con el periódico El Universal, de rancio abolengo conservador expuso que “La Iglesia católica nunca va a meter a nadie a la cárcel como un tribunal civil. No puede prohibir a un sacerdote que imparta los sacramentos”, es decir, que sea cual sea el delito, los sacerdotes no reciben castigo de la curia por el tipo de normatividad que siguen, siendo las penas más graves el retiro o la expulsión de la comunidad. Por ende, tampoco la Iglesia está obligada, acorde a la postura del clérigo, a exponer a un miembro de su congregación a la autoridad civil debido a que “Son dos cosas totalmente distintas, la misma ley mexicana lo dice con toda claridad: la separación de la Iglesia y el Estado es principio histórico. Ni el Estado ejerce en la justicia eclesiástica ni la Iglesia debe meterse en la justicia civil”.

Resumido en mexicano llano “Háganle cómo quieran”.

A un año de la tragedia de la guardería ABC, la niñez muerta aguarda la impartición de justicia.

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