domingo, 23 de mayo de 2010

EXTRA: LA MARCHA POR LOS ANIMALES


CON SUPERVISIÓN DE ÁFRICA E INFORMACIÓN DE LOS DODOS EN RUTA.

Revueltos y hechos bola, los DODOS acudieron a la marcha contra el maltrato animal que partió de la columna del Ángel de la Independencia a la plancha del zócalo capitalino, este sábado.

Con una asistencia calculada en 5,000 personas, mayormente mujeres, provenientes de la clase media urbana, a las once de la mañana, inició el avance del contingente.

Como prueba de la espontaneidad de los manifestantes quedó la inexperiencia de los organizadores para manejar en orden y concierto este tipo de movilizaciones, sin embargo, fue plausible la explotación de las redes sociales y la publicidad de boca en boca que facilitó el convencimiento de asistencia para una causa que se creía insuficiente para que la gente sacrificara un sábado.

A pesar del requisito que los marchistas no llevaran a sus mascotas, hubo una asistencia simbólica de perros que sin saberlo violentaron el Código Penal del Distrito Federal que castiga a caninos, gatos y ¡vacas! que asistan a mítines, de antemano creemos que sólo los bueyes, burros, borregos y otras especies son aceptadas por la ley.

Bajo el fuerte sol, los asistentes hicieron gala del buen humor y, en especial, de lo peculiar de las peticiones, pues hubo personas disfrazadas, pequeñas instalaciones y hasta intento de performance a modo de llamar la atención de los reporteros -tanto gráficos como de escritura- que cubrían el acontecimiento desde los medios tradicionales hasta la red, y desde mexicanos hasta globales.

Wanda Seux, en ropa de carácter y con antifaz, vedette de los años setenta del siglo pasado, atrajo la atención de los chicos de la prensa que buscaron la declaración que diera color al igual que las placas que se tomaron de los perros que junto a sus dueños avanzaban por el Paseo de la Reforma.

En Avenida Juárez un abuelo expulsado de la cámara del tiempo de los años sesentas, portaba una banderita mexicana y una cartulina en oposición a la ley Arizona contra inmigrantes, firmada por el mítico amor y paz.

En Madero un soldado del flexo y el tíner empezó a marcar el ritmo de las consignas y generó una peculiar coreografía con un solo zapato, demostrando que en eso de la calle hay demasiadas sorpresas.

Las diversas policías del Gobierno del Distrito Federal mantuvieron una vigilancia laxa que permitió incidentes como el rompimiento de un aparador de una tienda de ropa hecha de pieles de origen animal, y el caso del clásico trucutrú que pateó a un perro recibiendo del can una fuerte y justa mordida que hizo a los uniformados sacar al mentecato del sitio para evitar que la concurrencia le aplicara la doble tracción en todas sus partes.

A la una de la tarde la cabeza del contingente arribó a la plancha del Zócalo, donde un pequeño grupo de personas la esperaba con unas letras de cartón que decían “Justicia” y, de inmediato, comenzó el pedido de flores blancas a la memoria de los animales victimizados por la barbarie de nuestro género.

Hubo confusión en la recolección de firmas que se llevarían a la Asamblea de Representantes del Distrito Federal demandando una ley pro los derechos de los animales. No obstante, quedó de manifiesto, a pesar de la indolencia y el valemadrismo absoluto de nuestros “representantes”, que los compañeros de los animales no cejarán de llamar la atención para la existencia de un marco normativo que castigue el abuso, la crueldad y el sacrificio de los animales.

En suma, esta concentración ciudadana, llena de buenas intenciones, fue una muestra de lo que podemos hacer si nos unimos y comprometemos en un propósito.

Fue curioso que un grupo de encuestadores se acercara a los congregados para realizar un estudio de opinión sobre la política nacional y que pidieran el favor de retratar a los encuestados porque si no, no les pagaban.

El mensaje de África a través del griterío dodo fue reclamar que los animales no son “mascotas”, sino compañeros del mismo tren existencial de los humanos y que en cualquier parte del mundo, hay un animal dando cara y apoyo en las luchas por la dignidad del hombre sin esperar ninguna recompensa, sólo compartir la suerte de quienes ama. Ahí está el afamado “Salchichas” que al frente de los trabajadores griegos repele la represión policíaca.

No somos “mascotas” ni animales de compañía sostiene África, la perra guardiana de nuestra redacción, somos camaradas en lucha, y ahí estuvimos los DODOS, una especie dada por extinta expresando públicamente que nuestros ángeles custodios no están solos.

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