domingo, 2 de mayo de 2010

EL COCOTAZO: SEND THE CLOWNS

A puro circo y efecto ex profeso, el procurador de Justicia Militar, José Luis Chávez García, exoneró al ejército de la muerte de los niños Bryan y Martín Almanza Salazar al “demostrar” que fue una granada lanzada por el enemigo la única responsable de la desgracia. Los acarreados aplaudieron la “solución de caso”, menos Cynthia Salazar, la madre de los pequeños, quien estuvo en el lugar de los hechos y vivió para contarlos, y asegura estar completamente segura que fueron militares los que agredieron a su familia.

En otro fracaso de relaciones públicas, el presidente Felipe Calderón y un grupo de padres y madres de las víctimas de la guardería ABC se reunieron a puerta cerrada y sin adultos rijosos por la negligencia e ineptitud de las autoridades que a punto de cumplirse un año de la tragedia no han podido ni querido impartir justicia. Los medios y las personas excluidas percibieron el gesto como el clásico atole con el dedo.

A un mes del “descubrimiento” del cadáver de Paulette, el cuerpo sigue dando pistas que no conducen a nada, pero hacen el favor de prolongar la determinación del carpetazo.

Tres soberbios ejemplos de la importancia oficial que se le otorga a la infancia mexicana.

Tres nauseabundos escenarios en los que payasos sangrientos se mofan del sentido común de cualquiera.

Los DODOS aventamos, no cocos, sino piedras al hocico de esas bestias.

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