POR.- EL DODO DEL HUMOR NEGRO (QUE NO CONOCE NI QUIERE TRATAR A LOS BILLETUDOS)
Lo logró, el hijazo de las instituciones públicas y privadas, el protegido de Carlos Salinas de Gortari, el dueño de México. Carlos Slim Helú, es el hombre más rico del mundo, al contabilizar una fortuna de 53 mil 500 millones de dólares, que le reportan ganancias de 2.11 millones de dólares cada hora, según la revista especializada Forbes, que identificó un total de mil once personas propietarias de cantidades superiores a mil millones de dólares, mínimo que exige para pertenecer al club de la gente verdaderamente importante.
Sin hacer olas, Carlos Slim puso una distancia de quinientos millones de dólares sobre Bill Gates; el hombre que punteó la relación durante catorce veces en quince años.
Por si las dudas, la respuesta corporativa al nombramiento de Carlos fue “Nadie tiene ese dinero en su bolsa. Se trata de la participación que tiene el ingeniero Slim en las empresas, pero todo está invertido y creando empleos, dando servicios y ojalá que hubiera muchos mexicanos en esta lista creando 250 mil empleos directos y más de un millón y medio indirectos”.
Menos mal porque ante todo primero México y los que menos tienen, Slim fue, es y será un mexicano patriota y, por ello, ha construido un mercado, perdón, un país a su medida y rendimiento. Qué son los millones de pobres, frente al honor de un connacional que le ha devuelto el respeto a la patria de ser una tierra de oportunidades.
Vean si no, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán, capo mexicano de la droga y quien está prófugo de la justicia, mantuvo por segunda ocasión su nombre en la lista de los hombres más ricos del mundo. Aunque su fortuna sigue valuada igual que en 2009, en mil millones de dólares, descendió del lugar 701 al 937 en la lista de 2010.
Sin embargo, los analistas financieros y los políticos, advierten que gracias a la limpieza realizada por el presidente de Felipe Calderón de la competencia desleal de los carteles del narcotráfico, el “Chapo”, recurriendo a las consabidas alianzas estratégicas, muy pronto recuperará el rumbo para escalar una posición atractiva en ese afamado clan de los divinos. Otra historia de éxito que dignifica la verdadera utilidad de los poderes de la federación y, especialmente, la blancura diamantina de la república (todo en letra pequeña para que no se piense que andamos hinchados de puritita felicidad).
¿En dónde más los pillos de coloridos cuellos pueden convivir tan exitosamente? Esta peculiaridad sí es una estrella real de Bicentenario.
Y quienes duden de la transparencia institucional, el Instituto Federal de Acceso a la información ordenó al Servicio de Administración Tributaria la lista, depurada (claro está) de los beneficiarios con la cancelación de créditos fiscales que impidió al gobierno meterse a la bolsa unos 73 mil millones 900 millones de pesos. Como eso sí calienta, el SAT tendrá que revelar cosas muy difíciles de explicar, eso sí, sin manchar la prístina calidad moral de los “cuates” y “familiares” del círculo del poder. La comedia no es para tanto. No se vayan a enojar y recuerden que es tiempo electoral.
Después de diez años y escasos logros, Rodolfo Elizondo fue removido de su cargo en la Secretaría de Turismo, y a falta de una jubilación decorosa, que lo mandan a coordinar la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas.
El problema es que el señor burócrata no tiene idea de qué carajo es eso, pero su vocación de servicio lo empuja a tomar el reto, a ver qué sale. Esperamos que no confunda el Cambio Climático con el cambio del clima artificial del edificio sede de la ONU y no empiece a proponer una revisión de proveedores o confusiones semejantes.
¡Ay, qué calor y qué bochorno!
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