domingo, 14 de marzo de 2010

EL COCOTAZO: UN SERMÓN PARA ESTE DOMINGO

Durante la presentación del libro “Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna”, en la ciudad de León, Guanajuato, el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago reconoció la preocupación en torno al comportamiento pederesta de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y que en fechas recientes se vio fortalecido por los testimonios de sus hijos naturales; elementos que “han contribuido a destruir la credibilidad de la Iglesia católica y han puesto una sombra de sospecha sobre todos sus ministros”.

La Iglesia reconoce los hechos y “pedimos perdón por todo aquello que de alguna manera haya afectado a las personas, especialmente a los niños”, aseveró.
Sería recomendable que Norberto Rivera tomará en consideración estas palabras a la hora en que redacta, dicta u ordena sus comunicados seudo morales, viendo en el ojo ajeno, no la paja, sino el tronco que le lastima el propio. Es fácil juzgar, sin embargo, antes de hacerlo se debe pensar la calidad “ética” para sustentar acusaciones.

La Iglesia Católica no tiene la cara en este momento para dictar los preceptos que ella misma ha violado constantemente; que deje ser, que deje vivir y, honestamente, que Dios la perdone.

No hay comentarios: