Christian Vargas, diputado del Partido de Revolucionario Institucional a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, conocido por haber destruido una puerta del recinto, golpear a una persona de la tercera edad y un largo etcéteras que demuestran su conducta troglodita y un pensamiento similar, tuvo a bien soltar una conclusión digna de la bancada de cualquier derecha trasnochada al afirmar que "Los homosexuales tienen la tendencia a violar a los niños y a no cuidarlos". Por supuesto, haciendo valer el apodo, ganado con orgullo y entrega a imbecilidad retardataria, el “dipohooligan”, aclara que respeta y acepta la unión entre homosexuales, pero no la adopción por su elevada consideración, pues es un “libertinaje que les dio el Gobierno del Distrito Federal”.
Esos entes, por las maniobras de los partidos, integran la supuesta representatividad popular que más que enorgullecer, no hacen pensar que en ciertos casos un cocotazo en el hocico no es suficiente para externar el coraje que embarga a los DODOS por la bestialidad (y que nos perdonen las bestias por la comparación) pero carecemos de palabras para etiquetar “cosas” como el mal afamado Vargas.
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