viernes, 29 de mayo de 2009

APUNTES: EL PRESIDENTE VENGADOR

Por.- Raúl Gómez MIguel


Los grillos están nerviosos. El Presidente Calderón metió el acelerador en una curva y se cargó a un amplio porcentaje de estros bellos animalitos en funciones y puso a temblar a otros que tendrán que sustituirlos.

Bien a bien no se sabe si las decisiones presidenciales son nacidas de una estrategia inteligente o del típico arranque patriotero de primero mató y después averiguo.

La duda aparece porque después del Michoacanazo, llegan las explicaciones que oscilan desde el clásico ya lo sabíamos y tuvimos que actuar hasta maniobras electorales de los narcos para poner a gente de confianza en el mando. Lo raro es que si la memoria no falla, el Estado es feudo de una de las familias intocables, heredera de la mitificación histórica del ex presidente Lázaro Cárdenas, y a la que por razones diversas se la ha vinculado en el pasado en movidas no muy ejemplares,

En Zacatecas, la policía “recrea” la fuga de 53 reos casi en tiempo real, excluyendo a los representantes de la prensa, y como es costumbre, sabiendo que medio mundo ya vio el video correspondiente donde se resuelve la pregunta fundamental que la operación estuvo preparada y contó con el respaldo de la seguridad interna, se aventaron la puntada muy profesional de repetir el “sketch” y hacerla de emoción para salirle a la opinión pública que la investigación sigue con lo cual la cadena de mando de la entidad no deja de sudar, aguardando el siguiente movimiento del Señor Autoridad.

Pero al pisar callos, el Presidente nada más alborotó a la grilla y metió al PAN en graves predicamentos porque con su política puertas abiertas y vengan los grillos de donde sea siempre y que traigan votos, el partido no deslumbra de limpio y algunos candidatos actuales por más que se tallan, las manchas no salen, pero siguen en campaña.

Los gobernadores que, de grillos no tiene un pelo de tontos, se empezaron a mover en cónclaves para contarle las tres al preciso y sugerirle que no ande en plan de Charles Bronson y el fuego amigo porque a la ciudadanía y los señores del capital los sustos no les gustan.

Por un simple ejercicio de descalificación (aquí y ahora) el Partido de la Revolución Democrática no aplicó la doble tracción y sólo da pataleos de animalito moribundo; condición que facilita a las alas radicales de la organización a ponerse locas y lanzarse con lo que tengan a fin de mantenerse en el presupuesto.

El Partido Revolucionario Institucional soba la iniciativa pro voto de péguele a Calderón y se deja querer por los contactos de alto nivel, que le aseguran que la bronca es con el crimen organizado, no institucionalizado. Por desconfianza, el tricolor checa movimientos y a la primera alarma le moverá el avispero al Ejecutivo que tampoco está limpio de irregularidades propias y familiares.

Pocos, muy pocos, creen en la viril decisión de meter orden en el país, y no es raro porque aquí las cosas suceden por el espíritu fregón de cargarse al adversario, de preferencia, en mala lid.

En esa necedad propia de su carácter, Felipe Calderón no considera el tiempo político y sacude violentamente la grilla nacional que es más vieja y más truculenta que su obsesión por pasar a la Historia.

El mantenimiento del poder es negociación, que en varios encuentros con el PRI ha demostrado no ser una de sus cualidades distintivas; y equilibrio, que lo vivido en lo que va del sexenio, lega una insatisfacción generaliza aun en sus patrocinadores de campaña.

El crimen organizado no nació de la noche a la mañana y, desafortunadamente, su parto integró rancios abolengos políticos que se oponen a ventilar en público el origen de ese pacto casi satánico.

Los grillos enloquecidos pueden olvidar diferencias, que es lo suyo, y agitar los vientos a su favor, sabiendo que en la polaca mexicana el que no cae resbala.

Se pensaba en las campañas sucias, pero no manchadas desde la Presidencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena columna sólo que no existe un Partido de la Revolución Institucional.... o es la inercia PRD o cómo.